Prima, hace casi siete años que me pediste que te acompañara al que se convertiría en tu nuevo hogar...como dices, empacaste tu vida y a la recien nacida Karo y nos fuimos a La Manzanilla. Y creo que no fue sino hasta que salimos de la casa para ir por unos dulces a la "tiendita" y nos encontramos, tu con Karo en brazos, cubierta con un sombrerito que mas que cubrirle la cabeza, la cubría toda, que nos dimos cuenta de la dimensión del cambio, estábamos paradas en una calle polvosa y desierta, con un calor infernal y todo para llegar a una tienda que no tenía mas que dos lechugas secas y tres jitomates igual de secos. Yo, la verdad hubiera salido corriendo de nuevo a casa de mi mamá, tu? tu te quedaste y poco a poco fuiste solucionando como se llega a ser la gran mujer y mamá que eres el día de hoy y prima, como lo hiciste aquella vez, no hay que ver para atrás ni para tomar vuelo...